ACTIVIDAD FÍSICA
Destinado a supervivientes de cáncer y a sus cuidadores-familiares directos.
La actividad física y el ejercicio se han revelado en los últimos años como una herramienta terapéutica clave en el manejo de diversas enfermedades (Hipertensión arterial, cardiopatías, obesidad, arterioesclerosis, algunas enfermedades mentales, cáncer…)
En relación con el cáncer, los resultados de las últimas investigaciones abordan varios aspectos. Para la prevención del cáncer debemos estar físicamente activos. Entre un tercio y la mitad de todos los cánceres se pueden prevenir mediante cambios en el estilo de vida, como el aumento de la actividad física y un estilo de vida menos sedentario. Esta es la primera acción que como individuos debemos realizar para prevenir el cáncer: ser físicamente activos. La actividad física regular es una de las acciones más sencillas que tenemos en nuestras manos para reducir el riesgo de padecer un cáncer. Los estudios demuestran que la actividad física se asocia con un bajo riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer (colon, mama, endometrio, próstata, pulmón y ovario).
La actividad física y el ejercicio también juegan un papel importante en la rehabilitación y recuperación de personas con cáncer. Existe un creciente interés en la posible influencia de la actividad física en la mejora de la calidad de vida de los supervivientes de cáncer tanto durante como después del tratamiento. Se ha demostrado la eficacia del ejercicio como una pieza clave en la prevención, aceptación, curación y recuperación de las personas con cáncer.
Este proyecto se encuadra en el programa de mejora de la calidad de vida en pacientes supervivientes de cáncer. La calidad de vida de los supervivientes de cáncer disminuye notablemente desde el momento del diagnóstico. El propio impacto psicológico derivado de la notificación al paciente de padecer la enfermedad, asociado a los innumerables efectos secundarios de la cirugía, quimioterapia y/o radioterapia, hacen que el estado de bienestar bio-psico-social se vea significativamente resentido. Aunque todos estos síntomas tienden a tener su máxima expresión durante la fase del tratamiento, pueden persistir meses e incluso años tras finalizar el mismo y conseguir la curación, por lo que la reducción de la calidad de vida no se circunscribe sólo al momento del diagnóstico y tratamiento del cáncer sino que persiste en el tiempo durante meses o incluso años.
A pesar de la curación, los niveles de calidad de vida no llegan a igualarse a los previos al diagnóstico.
Además estas personas poseen un riesgo incrementado de padecer una recidiva, un segundo tumor y enfermedades de elevada prevalencia en nuestra sociedad (obesidad, enfermedad cardiovascular, hipertensión arterial, diabetes méllitus, etc).
Abordamos este programa con el propósito de mejorar la calidad de vida de los pacientes y supervivientes de cáncer en su triple vertiente biológica, psicológica y social a través de una intervención multidisciplinar y tomando como eje de trabajo la actividad física supervisada médicamente. El ejercicio influye positivamente en los diversos aspectos de la vida de los enfermos de cáncer: mejora la forma física y fuerza de las extremidades afectadas por la enfermedad, favorece la relación con personas con su mismo problema, favorece la reinserción social y laboral…
Objetivo General: Mejorar la calidad de vida de los supervivientes de cáncer desde una intervención interdisciplinar y teniendo como herramienta de trabajo la actividad física.
Objetivos específicos:
- Mejorar la capacidad funcional (cardiorrespiratoria) de los pacientes con cáncer.
- Mejorar la movilidad de las extremidades afectadas por el cáncer.
- Mejorar la calidad de vida en los siguientes aspectos:
- Mayor facilidad para la realización de las actividades cotidianas de la vida diaria
- Menor retraimiento social mediante la relación entre iguales
- Mejorar la autoestima y la percepción de la imagen corporal (ante las mutilaciones derivadas de la enfermedad)
- Manejar las alteraciones emocionales derivadas de la enfermedad
- Controlar los efectos secundarios provocados por el propio cáncer y por los tratamientos
- Disminuir el riesgo de recurrencia y de la aparición de un segundo tumor
- Prevenir y tratar otras enfermedades (cardiovasculares, diabetes méllitus, hipertensión arterial, obesidad…).
Tras la realización de un reconocimiento médico deportivo el paciente/superviviente de cáncer inicia un programa de ejercicio individualizado, controlado y supervisado por técnicos deportivos. La supervisión es contínua lo que nos permite adaptarnos de forma inmediata a todas las fases de la enfermedad y a cualquier circunstancia sobrevenida.
Básicamente el programa de ejercicio consiste en la realización de un ejercicio físico completo combinando ejercicio aeróbico o cardiorrespiratorio (tapiz rodante, bici estática, elíptica, remo) con entrenamiento de fuerza resistencia de los grandes grupos musculares.
Dos modalidades:
Colaboran: